De todos los elementos químicos que componen nuestro cuerpo, el hierro es uno de ellos que tenemos en cantidades muy pequeñas pero que no por ello deja de ser indispensable. A estos elementos que tenemos en porcentaje tan pequeño, los conocemos como elementos traza y en el caso del hierro, su presencia en esta cantidad es fundamental para el funcionamiento de muchos tipos de células.

El hierro es parte de muchas proteínas en nuestro cuerpo, mismas que llevan a cabo funciones biológicas diversas, como es el caso de la hemoglobina -que transporta oxígeno en la sangre-, la mioglobina -que participa en el manejo de oxígeno en los músculos y corazón- y los citocromos -que participar en reacciones del metabolismo celular-. Debido a estas funciones, es esencial mantener buenos niveles de este metal en el cuerpo, donde se almacena es principalmente en el hígado unido a una proteína que se llama ferritina. 

Al mismo tiempo, es un metal que en exceso puede ser tóxico. Las personas que tienen enfermedades (por ejemplo, genéticas) que acumulan mayor cantidad de hierro, desarrollan problemas a nivel del hígado, corazón, glándulas y algunos otros órganos. Esta situación también se puede presentar en algunas enfermedades de la sangre que requieren transfusiones de sangre frecuentes.

El problema que tenemos los humanos es que tenemos forma de controlar cuanto hierro absorbemos, pero no hay manera eficaz de eliminarlo. Es decir, nuestro cuerpo es un sistema cerrado para el metal. Pero el cuerpo es muy sabio y en una persona sana, la cantidad de hierro que ingiere con una alimentación variada, es suficiente para mantener el equilibrio, ya que se pierde una cantidad pequeñísima cuando mueren algunas células de la piel y del intestino de forma natural.

Este elemento lo ingerimos a través de alimentos tanto de origen animal como de origen vegetal, y, aunque el hierro que proviene de productos animales se absorbe mejor, generalmente no hay problema para aquellas personas que buscan dietas alternativas sin productos de origen animal.I 

A continuación, te enlistamos algunos de los alimentos que contienen más hierro:

Preparaciones o guisados de sangre animal (p ej, moronga)

Almejas, ostras, sardinas, mejillones

Habas secas, lentejas, garbanzos, pistaches, almendras

Hígado, carne (res, cerdo, pollo)

Espinacas

Los hematólogos, somos especialistas en enfermedades que afectan el balance de hierro en el cuerpo. Algunas de estas enfermedades son anemia ferropénica, anemia por inflamación, anemia sideroblástica, talasemia, hemocromatosis y síndrome mielodisplásico. Si padeces alguna de estas enfermedades o conoces a alguien que las padece, podemos ayudarte.

Dr. Omar Vargas

Especialista en Hematología y Medicina Interna