La quimioterapia detiene el crecimiento de las células con un rápido crecimiento, como son, las células del cáncer. Sin embargo, hay otras células en el cuerpo como las de la piel, las mucosas, el pelo y las uñas que pueden verse afectadas con la quimioterapia, ocasionando resequedad, caída de cabello, náusea, vómito y en ocasiones úlceras.